Chema Martínez y su reto 42 contra 1 en el maratón de Madrid

El reto era relevarse entre 42 corredores para seguir el ritmo de la cabeza de carrera 
Chema Martínez y su reto 42 contra 1 en el maratón de Madrid

* El objetivo es que los populares se den cuenta del frenético ritmo de carrera que los atletas profesionales

* Los 42 corredores que formaron el equipo entraron en meta con un tiempo de 2h:10:21
La mayoría de vosotros ya conocíais el reto de Chema Martínez de buscar a 42 atletas populares diferentes (no federados) para que fueran haciendo relevos cada kilómetro del maratón de Madrid y que fueran capaces de seguir en su serie el ritmo de la cabeza de carrera. Pues bien, ayer fue el gran día. ¿Qué pasó? ¿Pudieron con el ganador de la prueba, el etiope Bonsa Dida?
Hombre, lo importante era llegar a la par, y los 42 integrantes del equipo tuvieron que echarle ganas para entrar en la meta del EDP Rock ‘n’ roll de Madrid en 2h10’21”, justo después de Bonsa Dida, que entró en 2h10’16”, según informa el diario deportivo as. Ningún corredor excepto Arturo Casado (1), Juanma Bellón (2) y Juan de la Blanca (42) era federado, todos amateurs.
Hubo momentos de alta tensión y el reto pasó por kilómetros complicados. Sobre todo cuando se quedaron entre la cabeza y el primer grupo descolgado, sin referencia alguna, justo después del kilómetro 4 de carrera. “Yo pensé que se me había pasado el relevo, que había doblado, porque la cabeza había pasado hace mucho y no veía mi relevo”, cuenta el kilómetro 7, Rubén Mediavilla. La gente se volcó con todos los relevistas y no pararon de aplaudirles en todo el recorrido, “son los del relevo, vamoooos”. En el kilómetro 17, la cabeza ya estaba más cerca, pero aún lejos. Todavía quedaba trabajo por hacer y los últimos relevistas empezaron a ver que se la cosa se ponía complicada y no era tan sencillo conseguirlo.


La Casa de Campo, la remontada

Aquí llega el muro para el común de los mortales en esta prueba cuando se corre individualmente. Pero no fue así para el reto 42 contra 1. La Casa de Campo supuso la remontada, alcanzando los 27 kms/h. Con Carlos Figueroa corriendo a 2:51 comenzaron a recortar diferencias. La cabeza ya estaba a tiro de piedra, el sonido inconfundible del helicóptero así lo decía. Llega el relevo de un futbolista, Mateo Blázquez, que corrió con el Calderón de fondo. A partir del siguiente repecho, ya no dejarían de correr en cabeza tras el ritmo marcado por el que acabaría ganando el maratón en esta edición.
Cuatro kilómetros para meta

El protagonista del último relevo fue Juan de la Blanca, que podía permitirse el lujo hasta de trotar gracias al tremendo esfuerzo que habían hecho todos sus compañeros en los kilómetros anteriores. Los 42 contra 1 llegaban sobrados. Entrada triunfal al Retiro con la gente animando desde los laterales del Paseo de Coches: “Lo han logrado, lo de los relevos, lo consiguieron”.
Por delante sólo había un corredor. Dorsal número 10. Bonsa Dida. Cuando entró el reloj marcaba 2h10’16’’. El equipo 42 contra 1 entró en meta tan solo cinco segundos después: 2h10’21”.


¿Quién dijo fácil?

Este reto no tenía nada de fácil, y “solo” había que ser capaz de mantener el ritmo durante un kilómetro. Ahora todo el mundo sabe cómo corren los profesionales en vivo y en directo. Una magnífica prueba para darse cuenta de lo que supone ver correr a estas locomotoras humanas y de los ritmos que se llevan en carrera en este tipo de pruebas de 42, 195 kms.
  El reto de 42 contra 1 de era sencillo. Una simple pregunta: “¿Eres capaz de correr un kilómetro en menos de 3:04?”. Los que sí, los que eran capaces, recogieron el guante  y lo demostraron en cuatro test que el periódico As hizo en el Retiro, en Las Rozas o Alcobendas. Ayer, quienes la superaron, al fin recibieron sus dorsales. La idea es única, pionera: todos amateurs (sólo hay tres federados, Arturo Casado, que correrá el kilómetro primero, Juanma Bellón y Juan de la Blanca, liebres de las pruebas) correrán cada uno un kilómetro de la EDP Rock’n’Roll Madrid Maratón de manera simultánea a la cabeza de la prueba. Siempre a un margen, sin entorpecer el desarrollo de ésta, se irán pasando un testigo y luego, en la meta, los últimos 195 metros los hará Javier Sánchez, un químico madrileño. La organización tiene previsto que el grupo de élite marche a 3:04 cada parcial de mil metros. Y ese es el ritmo medio al que, mañana, deberán correr los 42 relevistas de AS. Casi a 20 kilómetros por hora. 

Valientes.

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