Lo primero que hay que decir es que no a todos los corremontañas les gusta ir con mochila: por ejemplo, en días calurosos genera más sudoración, obligándonos a beber más agua para no deshidratarnos.
También es cierto que tiene muchas otras ventajas: ser independiente en cuanto a alimento y bebida evitando así tomar geles y sales a los que quizá tu estómago no está acostumbrado, la posibilidad de llevar el peso mucho más repartido que en una riñonera…
Si has decidido hacerte con una, lo primero que tienes que preguntarte es para qué quieres la mochila y tomar la decisión final basándote en el tipo de distancia que haces normalmente.
Tipos de mochila de Trail Running
Cuando hablamos de tipos de mochila dentro del trail hacemos referencia al volumen o capacidad en litros de la misma, que es la medida que se utiliza para hablar de su capacidad de carga o almacenamiento.
En función de la capacidad de estas y la distancia que corremos, clasificamos las mochilas en 3 grupos:
Entre 2 y 7 litros: Las más usadas para distancias de hasta 42 kilómetros. Algunos modelos únicamente tienen una malla trasera para carreras cortas, siendo su principal función la de llevar en los tirantes agua, barritas etc.
De 7 a 12 litros: De 42 a 100-120 kilómetros. Mayor espacio para poder llevar todo el material obligatorio e incluso la opción de no parar en zonas de bolsa de vida portando todo lo necesario uno mismo. Las más versátiles.
De 12 a 20 litros: Mochilas más encaminadas a carreras de autosuficiencia donde se pasarán varios días corriendo.
Las diez cosas en las que fijarte para elegir tu mochila de Trail Running
1) La climatología del lugar en el que entrenas. No es lo mismo hacer entrenamientos cortos (1-2 horas) en zonas en las que no llueve mucho que entrenar en lugares de mucha lluvia en los cuales habrá que plantearse llevar una mochila con capacidad para portar ropa que nos proteja del agua.
En zonas de calor tal vez sería más adecuado correr con una riñonera -la capacidad de portar objetos y agua ha mejorado mucho- en vez de con una mochila, que podría complicar la transpiración. Una buena opción sería también adquirir una mochila con rejilla detrás, como la Salomon S-Lab Sense 2 set.
2) Probar antes de comprar: Pruébatela en la tienda, intentando ajustarla bien para que se nos adapte correctamente. Anda e incluso trota un poco con ella para ver que no se mueve, que no hay balanceos o desplazamientos laterales… comprueba también si llegas a los bolsillos con comodidad y, si es posible, métele algo de material para ver cómo se distribuye el peso de este y la diferencia con y sin carga.
3) El tallaje: antes no había donde elegir pero hoy en día sí, así que mira la etiqueta y elige la que mejor se adapte a tu morfología.
4) ¿Correr con la bolsa de hidratación entre la mochila y la espalda o no? Aunque casi siempre existe la posibilidad de quitarla y correr sin ella, hay mochilas que directamente eliminan esta opción al igual que el compartimento donde va ubicada y que, para mí, entorpece algo la transpiración. El objetivo es quitar unos gramos de peso.
Si nunca habéis corrido con dicha bolsa llena de agua os aconsejaría que lo probaseis: el sonido del agua bailando puede ser bastante molesto, así como beber el agua caliente por ir alojada entre nuestra espalda y el resto de mochila. A mí particularmente no me gusta, entre otras cosas porque cada vez que hay que rellenar la bolsa tienes que quitarte la mochila y, cuando estás sudado en climas fríos, te quedas aún más frío.
5) Apuesta por las mochilas con forma de chaleco: las gamas de Salomon S-lab o Adv skin son las que mejor se adaptan y menos molestan: para mí es un acierto que los tirantes delanteros sean anchos y completos hasta abajo, es decir, sin cinchas de regulación que pueden crear rozaduras y aflojarse cuando se corre. Eligiendo bien la talla, el eliminar la mayoría de cintas regulables hace que las posibilidades de desajuste se reduzcan mucho.
Por otro lado, el tirante ancho delantero da la posibilidad de poder poner en ellos varios bolsillos y compartimentos para llevar tanto los flashes de agua como llaves, barritas, móvil etc.
6) ¿Con o sin cremallera? La cremallera siempre me da la sensación de ser lo más seguro para no perder objetos valiosos, pero también suele ser lo que antes se estropea. Sobre todo si una vez acabado el entrenamiento o carrera dejas la mochila secando sin darles a las cremalleras una capa de vaselina o crema hidratante.
Los bolsillos con solapa son una buena opción cada vez más habitual, aunque a veces -y según donde vayan ubicados- cuesta un poco sacar los objetos. Mi criterio es sencillo: para carreras o entrenos cortos, cuantas menos cremalleras mejor. Para carreras de 9-10 o más horas, en las que tendrás que quitarte la mochila varias veces, es indiferente.
7) Sobre los bolsillos: Resulta interesante escoger una mochila con posibilidad de compartimentar el bolsillo central en dos o más para que la carga no baile cuando no llevamos tantas cosas. Por ejemplo, la Adv 12 set.
Modelos como el citado Adv Skin llevan un bolsillo trasero inferior que comunica por los dos lados. Para mí es un acierto total, ya que te da la posibilidad de guardar prendas que te estarás poniendo y quitando constantemente (cortavientos, chubasquero…).
8) Ten en cuenta el sistema de transporte de bastones: No nos supondrá un peso extra y nos puede venir muy bien dependiendo del tipo de carrera que vayamos a hacer. Por lo general se llevan en la parte trasera cruzados, o sujetos con las cuerdas elásticas en la zona inferior. No dejes para el día de la carrera la técnica de quitarlos y ponerlos en movimiento, ya que requiere algo de práctica.
9) Importante también el tamaño de las bocas de los compartimentos para los flashes o botellines de agua y sales: si son estrechos podrían entorpecer la acción de meterlos, y en carrera esto puede llegar a desesperar.
10) ¿Reflectante?: Si eres de los que apuran las horas de sol o le gusta correr carreras que se desarrollan de noche, necesitarás una mochila que incorpore reflectantes. Si no siempre puedes coserle las bandas o, como ocurre en muchas carreras, incorporarle una luz roja.